Es conocido que el lema olímpico es Citius, Altius, Fortius -una locución latina que significa más rápido, más alto, más fuerte- lema que fue ideado por el dominico francés fray Henri Didon, deportista y amigo de Pierre de Coubertin -fundador del Movimiento Olímpico-, para el frontispicio de su Colegio Alberto Magno de París.
Louis Henri Didon nació en 1840 y fue un fraile dominico francés reconocido como predicador, pedagogo y pionero del movimiento deportivo internacional y los Juegos Olímpicos modernos.
Entró a los nueve años, en el pequeño seminario de Rondeau (Grenoble) donde fue un estudiante brillante y un deportista destacado. Más mayor durante una visita a la Cartuja, cerca de Grenoble, reconoció su vocación religiosa y decidió ingresar en la Orden de los Dominicos.
Director de la Escuela Dominicana de San Alberto Magno, en Arcueil al lado de París, estableció el deporte como una de las prácticas educativas principales de la escuela, participando con su colegio en los juegos deportivos infantiles de Rondeau, y se convirtió en uno de los promotores del movimiento deportivo.
Fue amigo y confidente de los principales líderes deportistas de la época, como Georges de Saint-Clair, o Pierre de Coubertin. La primera reunión entre Coubertin y Didon fue el 2 de enero de 1891. Coubertin buscaba el apoyo del padre Didon para convencer a las escuelas religiosas a integrar el deporte entre sus actividades institucionales y formativas. Unos pocos días después de la entrevista, Didon creaba en su colegio de Arcueil una asociación deportiva oficial y la Escuela de San Alberto participó en un primer evento deportivo secular el 13 de enero de 1891 antes de celebrar su primera competición el 7 de marzo. Coubertin era el director de la carrera y para esta ocasión, el padre Didón inventó e hizo bordar en la bandera del colegio el lema «Citius, Altius, Fortius» (más rápido, más alto, más fuerte), que se convertirá en el lema de los Juegos Olímpicos en 1894, en el primer Congreso Olímpico.
El padre Didon y el barón de Coubertin estuvieron juntos de nuevo en 1896 en Atenas para los Juegos Olímpicos. Didon no sólo fue a Atenas, sino que organizó un gran viaje escolar para sus alumnos: la Caravana de Arcueil a Atenas.